Tiene sus riesgos

Sánchez en China: oportunidades para España, pero a un alto costo para la UE y EEUU

Sí pero...
Sánchez busca abrir nuevas oportunidades comerciales para España, pero el acercamiento con China podría generar fricciones con sus aliados europeos y estadounidenses.

Sánchez en China: oportunidades para España, pero a un alto costo para la UE y EEUU

China se está posicionando como un adversario formidable, utilizando todos los recursos a su alcance para incrementar su influencia económica y geopolítica. Desde la intervención directa en su mercado bursátil, donde el Estado ha comenzado a adquirir acciones de empresas para elevar los índices y transmitir una falsa sensación de confianza, hasta el control de minerales estratégicos, la potencia asiática está actuando con rapidez para dar señales claras de su dominio.

El impacto es palpable: lo que China está haciendo es propagandaen su máxima expresión. El régimen chino no ha escatimado esfuerzos, y ha dado un paso más: ha difundido un video del expresidente estadounidense Ronald Reagan, icono del liberalismo, criticando los aranceles, buscando desestabilizar la posición de EEUU respecto a las políticas comerciales. Además, está controlando las exportaciones de minerales clave, con el objetivo de presionar a EEUU.

Pero el juego no se detiene ahí. China está estrechando lazos con los socios comerciales de EEUU y con la Unión Europea, buscando atraerlos hacia su órbita. Devaluar su moneda también podría estar en sus planes para impulsar aún más las exportaciones.

A nivel europeo, el acercamiento de Pedro Sánchez hacia China ha generado desconcierto. La UE observa con recelo la cooperación técnica y tecnológica entre Pekín y Moscú, especialmente en el contexto de la invasión de Ucrania. La Comisión Europea ha subrayado que Sánchez no viaja en representación de la UE, sino como presidente del Gobierno español, aunque reconocen que se ha coordinado con la Comisión.

Dentro de la UE, las fricciones son evidentes. Francia y los países bálticos se oponen abiertamente a la idea de considerar a China como un aliado, ya que lo ven como un "rival sistémico". La Unión Europea lucha contra la creciente influencia de China, especialmente en áreas clave como los semiconductores y los minerales estratégicos. El acercamiento de Sánchez podría tensionar aún más la relación con la UE.

En cuanto a Washington, la postura de Estados Unidos hacia China sigue siendo de desconfianza. Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, China ha sido vista como el principal rival comercial, con la amenaza constante de nuevos aranceles. El presidente Biden ha continuado la política de presión, y cualquier gesto de acercamiento de Sánchez hacia Pekín podría ser interpretado como un desafío por Washington.

A pesar de los riesgos, Sánchez busca acuerdos comerciales que beneficien a sectores clave como el farmacéutico, el cosmético y el agropecuario, posicionando a España como un interlocutor privilegiado ante Pekín. La visita de Sánchez también responde a los intereses chinos de acceder al mercado latinoamericano a través de la puerta de España.

Este viaje pone a España en una posición única: el mejor amigo de China en Europa, pero con el riesgo de tensar relaciones clave con la UE y Estados Unidos.