En un intento por preservar la habitabilidad del casco antiguo de Santiago de Compostela, el Ayuntamiento ha anunciado la suspensión de nuevas licencias para comercios turísticos durante un año. Esta medida tiene como objetivo principal garantizar que la zona sea un lugar habitable para los residentes permanentes y no solo para los visitantes temporales.

Durante este período de un año, no se otorgarán nuevas licencias para negocios turísticos como tiendas de recuerdos, 'free tours', casas de cambio de moneda, agencias de viajes o restaurantes dirigidos principalmente a turistas. Sin embargo, se seguirán permitiendo cambios de actividad dentro de los locales existentes.

En contrapartida, se darán nuevas licencias para servicios que realmente necesita la comunidad local, como carnicerías, fruterías, zapaterías o panaderías. Se busca así revitalizar el tejido comercial tradicional y asegurar que los residentes tengan acceso a los servicios básicos sin tener que desplazarse largas distancias.

La decisión surge ante la preocupación por la saturación turística en el centro histórico, donde más del 70% de los locales están dedicados al turismo, mientras que los comercios tradicionales van desapareciendo, obligando a los residentes a buscar servicios fuera de la zona.

Esta medida no es única de Santiago de Compostela. Ciudades como Barcelona han implementado acciones similares desde 2008, limitando el comercio orientado al turismo en áreas como Ciutat Vella y los alrededores de puntos emblemáticos. En Barcelona, se han detectado hasta 91 tiendas que incumplen estas normativas, operando como tiendas de recuerdos de manera encubierta.