El precio de la luz o la pandemia son varios de los problemas que tienen los negocios de hostelería en España, pero hay un tercer elemento que también puede hundir un establecimiento: las reseñas.
Por eso ahora el Gobierno quiere eliminar las que sean falsas a través de un decreto ley, porque cualquiera puede escribir una crítica mala para perjudicar a la competencia incluso sin haber puesto un pie en su local.
Y mientras llega la ley, son muchos los hosteleros que se animan a responder a los clientes que les dejan un mal comentario en las webs de internet. laSexta Clave ha recopilado las seis mejores respuestas de hosteleros a reseñas de clientes.
"Cómpranos tú los muebles"
Cuando el dueño de un local se encontró con una reseña que decía que las raciones eran buenas, que el precio era bueno y que tenían muchas actividades pero que el sitio era "un poco dejado en su mobiliario y decoración", no dudo en lanzarle una propuesta: "Cómpranos tú los muebles".
"Llorando estamos"
Hay quien tira de humor y sarcasmo para hacer frente a las malas reseñas, como la del local que respondió a un mensaje que decía "no me gustó nada" con mucha ironía: "Llorando estamos".
"Te invitamos, no hace falta que te vayas sin pagar"
La tercera mejor respuesta a una reseña fue escrita en plena desescalada COVID. Alguien se quejó: "Foco de contagios. Fui a desayunar. Me fui sin pagar los tres euros que me pedía por el desayuno. No me comí nada. Horrible". La respuesta de los dueños del local indica que se conocen: "Gracias vecino. El día que bajes de verdad, estás invitado, no hace falta que te vayas sin pagar".
"Pues no vengas"
"Pues no vengas". Esta fue la respuesta de un hostelero a una reseña con tintes políticos que decía: "No me gustan los lugares públicos politizados".
"No tenemos camareros con pelo"
Una opinión sobre un bar se quejaba por una "experiencia nula, malas maneras del chico del pelo rizado [el camarero]... un enterado". La respuesta desde la dirección del establecimiento fue la siguiente: "Buenos días señor Salinas, lamentamos su mala experiencia aunque no haya sido en nuestro restaurante, ya que usted no ha estado aquí. No tenemos camareros con pelo rizado o pelo en general".
"Ponte tapones"
"Música excesivamente alta, incluso para conversar", se quejaba un cliente de un establecimiento en una reseña. La solución propuesta por el dueño: "Pues te pones tapones".
¿Realmente terminó?
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¿Qué podemos esperar? Un mundo más polarizado, con conflictos indirectos que prolongan las tensiones, una carrera armamentista renovada y una creciente dificultad para alcanzar acuerdos que eviten una escalada nuclear o un enfrentamiento directo entre potencias.