España sigue seca. De hecho, nuestro país cerró el 2022 en 'sequía meteorológica de larga duración'. Ni siquiera las importantes lluvias registradas entre noviembre y diciembre ayudaron a mitigar la situación, especialmente preocupante en el norte y suroeste peninsular, según los datos del balance climático de la AEMET y que avanza laSexta en primicia.
Sequía de larga duración
La sequía meteorológica se produce directamente por la falta de precipitaciones. Los datos de lluvia acumulada en los tres últimos años han sido muy escasos. Así terminó 2022, y no hay indicios de que la situación vaya a mejorar a corto plazo. Hay al menos una decena de demarcaciones en sequía prolongada. Las cuencas más afectadas son las del Guadalquivir, el sur y el Pirineo oriental. La situación de Cataluña es también muy preocupante: vive la peor sequía del siglo con cada vez más restricciones.
El diciembre más cálido
El pasado mes de diciembre fue el más lluvioso desde 2010. Muy húmedo, pero sobre todo cálido. De hecho, fue el más cálido de la serie histórica, lo que ha marcado un invierno por quinto año consecutivo con temperaturas medias más altas de lo habitual, sobre todo en la Península y Baleares.
Récord de día cálido en marzo
Este mes de marzo también es excepcional. El pasado día 13 fue el más cálido para esa fecha desde 1950 en el conjunto de España. Es el tercer récord de día cálido en lo que llevamos de 2023. Han sido temperaturas por encima de lo normal para esta época del año que, según la AEMET, probablemente continúen en lo que queda de mes.
Primavera por encima de la media
Los próximos meses también serán diferentes. Las temperaturas que se esperan para abril, mayo y junio superan la media. Eso sí, será una primavera desigual en cuanto a precipitaciones.
Un verano asfixiante
Estas temperaturas por encima de la media dará paso a un verano prácticamente idéntico al de 2022. La predicción de la AEMET es que vendrán temperaturas muy altas, con escasez de precipitaciones y, de nuevo, mayor riesgo de incendios.
En riesgo de incendios
El año pasado, España cerró su peor registro de incendios en lo que va de siglo: cuatro de cada diez hectáreas quemadas en la Unión Europea fueron en suelo español. A día de hoy, todavía en invierno, hay puntos de la península en riesgo extremo y en riesgo muy alto.
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Esta sequía no solo tiene consecuencias en nuestro planeta, también en nuestros bolsillos. Los expertos calculan que el rendimiento de las cosechas españolas de este 2023 va a ser de tan solo el 25% de su capacidad. De los 13 millones de hectáreas agrícolas que dependen únicamente del agua de lluvia para cultivar, solo 3,3 millones tienen ese agua asegurada. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos estima que en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha se podrían perder hasta el 70% de las cosechas por la ausencia de lluvias. Y aquí es donde entra la ley de la oferta y la demanda: a menos cosecha, menos oferta, lo que se traduce en que los precios sólo bajarían si también lo hace la demanda.