La nueva llamada Trump-Putin
El 'teléfono rojo' entre Rusia y Estados Unidos: 60 años de llamadas, reuniones y rupturas
Los detalles Desde su creación en 1963 para evitar una guerra nuclear hasta su reemplazo por sistemas cifrados en la era digital, la comunicación directa entre Washington y Moscú ha marcado momentos clave de la historia, desde la Guerra Fría hasta la actual crisis en Ucrania.

Este martes, Donald Trump y Vladímir Putin han acordado una llamada histórica para dialogar sobre la guerra en Ucrania, en un intento de redefinir el rumbo del conflicto. Según el presidente estadounidense, el objetivo no se limita a un alto al fuego, sino a la creación de un acuerdo que involucre la distribución de "ciertos activos", como tierras y centrales eléctricas.
La conversación no se realizará a través del icónico 'teléfono rojo' utilizado en la diplomacia entre ambos países desde 1963. En su lugar, se empleará un sistema de cifrado seguro que intercambia mensajes escritos, un mecanismo que permitiría que los acuerdos queden documentados de manera inequívoca. Esta decisión responde a la desconfianza mutua que ha caracterizado la relación entre Washington y Moscú en los últimos años.
Las relaciones entre los líderes de ambos países han experimentado drásticos cambios a lo largo de la historia reciente. En los años 90, bajo la presidencia de Bill Clinton y el liderazgo de Borís Yeltsin en Rusia, las relaciones alcanzaron su mejor momento desde la Guerra Fría, con 56 conversaciones telefónicas y 18 reuniones personales.
Sin embargo, la llegada de Putin al poder marcó un deterioro progresivo, intensificado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la invasión de Irak, eventos que transformaron la dinámica geopolítica mundial.
Durante la presidencia de Barack Obama, se intentó un "reinicio" de las relaciones, pero la anexión de Crimea en 2014 y la intervención rusa en Siria reavivaron las tensiones. En 2015, la comunicación directa entre ambos países se interrumpió por completo.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, las expectativas cambiaron: desde su primer contacto telefónico en 2016, mantuvo un diálogo constante con Putin, aunque los encuentros presenciales fueron limitados.
Por el contrario, la relación de Joe Biden con el Kremlin ha estado marcada por una fuerte tensión. Desde 2021, no ha habido encuentros cara a cara y la ruptura diplomática se ha consolidado. Ahora, Trump tiene la oportunidad de reactivar este canal de comunicación en un momento crítico para el futuro de Ucrania y la seguridad global.