Guerra comercial
La teoría de un economista para enfrentar los aranceles de Trump: imponer impuestos a los oligarcas
¿Cómo? Zucman propone que México y Canadá impongan impuestos a empresas como Tesla para acceder a sus mercados. Si no los pagan, se les impediría vender. Además, los consumidores jugarían un papel clave al presionar a empresarios para cumplir con estas obligaciones.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha instado a los ciudadanos a prestar atención a las etiquetas de los productos que compran. Según su visión, la gran debilidad de Estados Unidos radica en sus grandes multinacionales, que están controladas por un pequeño número de personas. Estas empresas sufrirán considerablemente con los aranceles y, en consecuencia, presionarán al gobierno estadounidense. Pero, ¿qué proponen economistas como Gabriel Zucman?
La propuesta de Zucman sería cambiar la perspectiva del conflicto. En lugar de que la disputa sea entre gobiernos tratando de imponer los aranceles más altos, sugiere que la lucha debe ser entre los oligarcas (los dueños de las grandes multinacionales estadounidenses que operan a nivel internacional) y los consumidores de otros países. La riqueza de estos oligarcas depende del acceso a los mercados internacionales, lo que representa un punto débil en la economía de Estados Unidos: existe una oligarquía muy reducida que controla las grandes empresas multinacionales.
Zucman, un economista estadounidense, propone que la respuesta de México y Canadá debería ser imponer impuestos a estos oligarcas. Un ejemplo de esto sería exigir que Tesla, para vender sus autos en estos países, pague un impuesto que, si no lo abona, le impida acceder a esos mercados. En este escenario, los consumidores serían clave al unirse para presionar a empresarios como Elon Musk a pagar esos impuestos.
Actualmente, México y Canadá representan mercados pequeños para Estados Unidos, por lo que un aumento de los aranceles no tendría un gran impacto en la economía estadounidense. Sin embargo, la reacción de los consumidores sería fundamental. Tal como ha solicitado Trudeau, deberían empezar a fijarse en las etiquetas de origen de los productos, algo que, aunque inicialmente parece una parodia, está ganando terreno en las redes sociales de Canadá. Los consumidores, acostumbrados a consumir productos de Estados Unidos, ahora podrían cuestionarse si deberían rechazarlos.
Este aumento de los aranceles ha comenzado a generar una corriente antiestadounidense. Un ejemplo claro de esto se dio antes de un partido de la NHL en Ottawa, cuando durante la interpretación del himno nacional de Estados Unidos, algunos asistentes comenzaron a abuchear. Algo impensable hace pocas semanas. Incluso en Toronto, el año pasado, el público cantó a capela el himno estadounidense cuando el micrófono se estropeó.
Este cambio en el ambiente refleja cómo los aranceles impuestos por Trump están alterando las relaciones de Estados Unidos con sus vecinos.