Llega el Día Internacional del Orgullo LGTBI, una jornada de celebración y reivindicación. Sobre todo en este instante en que la ultraderecha está entrando con fuerza en las instituciones. A Vox nunca le ha gustado el Orgullo. La diferencia es que ahora están en el poder y eso les permite tomar decisiones que influyen en nuestras vidas.
De momento, su obsesión son los símbolos. Allí donde han pactado con el PP están haciendo todo lo posible por esconder la bandera. Por primera vez desde 2015, la bandera arcoíris no luce en la fachada de Les Corts Valencianes. Compromís ha pedido a la Mesa que la cuelgue, pero como la controla Vox no lo han hecho. Lo más curioso es que la bandera arcoíris ha estado en la fachada del parlamento valenciano hasta hace unos días. Pero justo hoy, el día importante, no estaba.
Tampoco ha estado ni estará en Náquera, Valencia. La ultraderecha y el PP firmaron un pacto para prohibir las banderas LGTBI en balcones y fachadas de los edificios municipales. Es más, en Náquera también han prohibido las concentraciones contra la violencia machista.
Otro parlamento autonómico sin bandera arcoíris es el balear. Vox y el PP han tumbado la propuesta de la izquierda para que luciera en la fachada. La decisión la han tomado en la primera mesa de la nueva legislatura, con el ultraderechista Gabriel Le Senne al frente.
La suma de Vox y PP en el poder también se ha llevado la bandera LGTBI del ayuntamiento de Toledo. Su fachada no la luce por primera vez desde hace siete años. Ni en Burgos, donde también gobiernan juntos PP y Vox. Ni en Valladolid. Ni rastro de la enseña en su balcón principal. Ni en Ciudad Real, dónde la lucían cada día del Orgullo desde hacía ocho años.
La regla es sencilla: donde Vox está en el poder, celebrar el Orgullo es un problema. Para el líder de la ultraderecha no hay nada que reivindicar. Él presume de no celebrarlo porque dice que es heterosexual: "No lo tenía previsto (celebrar el día). Entre otras cosas porque soy heterosexual. Pero creo también que hay muchos homosexuales que no celebran este día. Yo creo que eso tiene mucha menos importancia de la que algunos políticos y lobbies nos quieren hacer creer".
Vox desprecia el Orgullo, pero quien ha permitido a la ultra derecha llegar al poder y ha pactado con Vox en Comunidades y Ayuntamientos es el PP. En el partido, ha tocado encaje de bolillo. Intentan tapar el boicot de sus socios al Orgullo iluminando su sede con los colores del arcoíris o con un tuit de su líder en el que celebra el reconocimiento a la diversidad y que cada uno decida quién quiere que le acompañe en su vida. Feijoo y su partido tienen un problema: ¿de qué sirve defender el Orgullo si sientan en sus Gobiernos a quienes lo desprecian?