La falsa solución de Trump
Trump, el feroz estratega: fabrica el caos para vender la vuelta atrás como triunfo
Sí, pero Desde los aranceles a China hasta la guerra en Ucrania, sus movimientos responden a un patrón: crear el problema, simular una solución y presentarse como el salvador, mientras el daño real se acumula.

Donald Trump ha comenzado a convertirse en un maestro de la estrategia circular: crear problemas de gran escala y luego ofrecer soluciones que, en realidad, solo devuelven las cosas al punto de partida, o peor aún, las empeoran. Esta nueva marcha atrás no es un hecho aislado, sino que parece ser un patrón claro que define su enfoque de gobierno.
Uno de los ejemplos más recientes y evidentes de esta dinámica se encuentra en los aranceles impuestos a China. En un primer paso, Trump decide aumentar los aranceles a China en un 145%, desatando una crisis económica global.
Sin embargo, tan solo 20 días después, tras la devastación provocada por su propia decisión, Trump ofrece una solución que no es más que una vuelta al punto de partida: rebajar sustancialmente esos mismos aranceles. En lugar de resolver el problema, la solución de Trump solo restablece el estatus quo anterior, dejando el problema aun sin resolver, pero con su imagen como salvador.
El conflicto de Ucrania es otro ejemplo claro de este patrón. En su momento, Trump prometió que detendría la guerra en 24 horas, un alto el fuego inmediato que, como era de esperar, nunca se cumplió.
Tras ver que su intento de forzar la situación con Ucrania no solo no funcionaba, sino que empeoraba las cosas, Trump se desentendió de la situación y culpó a Biden y Zelenski. Con ello, se retiró de su promesa, dejando a Ucrania más debilitada y la guerra aun sin solución.
Incluso en sus primeras decisiones de gobierno, Trump mostró esta capacidad para crear caos y luego salir de la responsabilidad. Recordemos su propuesta de deportar a 30.000 migrantes a la prisión de Guantánamo.
La medida resultó ser una ruina económica: cada vuelo costaba 20.000 dólares, pero, al final, se filtró que el objetivo real no era deportarlos, sino enviar un mensaje de advertencia. A partir del 1 de marzo, no se han realizado más vuelos a Guantánamo, revelando una vez más que la solución de Trump no era más que una ilusión.
Este patrón de crear caos y luego ofrecer una solución que no resuelve nada se remonta incluso a su primer mandato. Uno de los episodios más graves fue su gestión de los aviones presidenciales. Tras una revisión de contrato con Boeing, Trump provocó una crisis sobre el costo de la renovación de los dos aviones, sugiriendo incluso que se compraran aviones de segunda mano.
Tras generar el caos, la 'solución' fue que Boeing reduciría los costos a la mitad, pero lo que ocurrió fue lo contrario: los aviones costaron el doble y aún no han sido entregados.
Este tipo de acciones no se limita solo a decisiones de política exterior o económica, también afecta a su propia administración. En su momento, Trump propuso a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal, pero luego le acusó de bajar los tipos de interés para beneficiar a Kamala Harris en las elecciones.
La amenaza de despedirlo fue seguida por una repentina marcha atrás, lo que refuerza aún más la idea de una estrategia circular: crear un conflicto y luego deshacerse de la responsabilidad.