El mundo es un negocio para Trump

Trump y sus 'pufos' inmobiliarios: de los casinos en Atlantic City al "sitio más espectacular de México"

El mundo es un negocio para Trump y él va de gran magnate inmobiliario aunque en eso miente y mucho, ya que Trump tiene más pufos inmobiliarios que éxitos. Una ideas similares a la Gaza, aunque lo que quiere hacer ahora es infinitamente más grave.

Trump y sus 'pufos' inmobiliarios: de los casinos en Atlantic City al "sitio más espectacular de México"

Trump sigue empeñado en llevar a cabo una limpieza étnica en la Franja de Gaza. Este jueves ha dicho que Israel les entregará Gaza al concluir los combates. Su plan, ya saben, es construir ahí un complejo turístico, 'la Riviera de Oriente Medio'. La propuesta es inmoral, inhumana e ilegal. Pero él insiste y dice que esa construcción será "uno de los mayores y más espectaculares proyectos" de la Tierra. El mundo es un negocio para Trump y él va de gran magnate inmobiliario aunque también en eso miente.

Miente porque Trump tiene pufos inmobiliarios y no son pocos. El fracaso absoluto es como mejor se puede definir el destino de muchos de sus "grandes proyectos inmobiliarios". Atlantic City fue el escenario de sus fallidos sueños de grandeza. Junto a Michael Jackson inauguró uno de los tres casinos que llegó a tener en la ciudad. Tres edificios con su nombre bien grande y tres negocios que quebraron. Se perdieron centenares de millones de euros, arruinó a proveedores, dejó sin trabajo a miles de personas. Así que cuando esto pasó muchos hasta pagaron para verlo. Era el fin del imperio de Trump en la ciudad y lo celebraban.

El siguiente pufo que anunció fue en Tijuana. Lo que Trump nombró como "el sitio más espectacular de todo México" quedó abandonado, en ruinas, en la nada. 250 personas pusieron sus ahorros en esto, en total 32,5 millones de dólares. Dinero que desapareció cuando Trump abandonando el proyecto. La mayoría de los compradores los demandaron por fraude.

En Panamá la disputa por la gestión de su hotel acabó con los trabajadores retirando su nombre del edificio. El máximo accionista del hotel acusó a Trump de mala gestión y le llegó a llamar "sanguijuela", decía que estaba chupando hasta la útima gota de sangre del hotel. Entonces decidió retirar de su fachada la palabra que, según él, perjudicaba al negocio: Trump.

Lo que quiere hacer ahora es infinitamente más grave, quiere echar de su pueblo a todos los gazatíes, quiere hacer una limpieza étnica poniendo el negocio, otra vez, por encima de todo. Y con la idea de vender su objetivo como una gran oportunidad, la construcción de un resort que significaria una catástrofe humanitaria.