La ola reaccionaria asola el sur de Europa con la Italia de Meloni, y también al norte, con los ultras que acaban de entrar en el Gobierno de Finlandia. De los 18 ministros del nuevo ejecutivo de coalición, siete pertenecen a un partido hermano de Vox.
La extrema derecha se queda los ministerios de Hacienda, Economía, Justicia, Interior, Asuntos Sociales y Salud, Transportes y Comercio Exterior.
La prioridad del Gobierno es reducir la deuda y ya han explicado cómo lo harán: recortes en servicios sociales y en subsidios y aumento de los impuestos de los medicamentos y la cultura.
Y los ultras priorizan también la lucha contra la inmigración: "Adoptaremos condiciones más duras para venir a Finlandia, permanecer en Finlandia y estar en Finlandia". Esas son palabras de la nueva ministra de Interior nada más jurar su cargo.
Los ultras quedaron a sólo siete décimas del partido clásico conservador que ganó las elecciones, sacando un 20% de los votos.