Bajo el foco

¿WhatsApp puede leer tus mensajes? La verdad detrás de sus promesas de privacidad

El contexto
El Supremo investiga al fiscal general por revelación de secretos. WhatsApp, pese a afirmar que no guarda conversaciones, entregó dos carpetas y un escrito en la causa, generando dudas sobre el acceso.

¿WhatsApp puede leer tus mensajes? La verdad detrás de sus promesas de privacidad

Las gigantes tecnológicas Meta y Google se encuentran bajo el foco de una investigación judicial en España, tras enviar a la justicia una serie de datos provenientes de sus sedes en California e Irlanda. Entre la información entregada se encuentran conversaciones que incluyen al fiscal general, lo que ha generado un mar de dudas, especialmente porque ambas compañías habían asegurado previamente que no conservaban datos de los usuarios.

La gran pregunta: ¿qué tipo de información han entregado exactamente?

En el caso de WhatsApp, la plataforma ha entregado dos carpetas comprimidas junto con un escrito. Aunque los detalles aún no son claros, se sospecha que los datos incluyen metadatos de las interacciones de los usuarios, como los números de teléfono involucrados, la hora de los mensajes y el volumen de datos enviados, pero no necesariamente el contenido de las conversaciones.

A pesar de las garantías de WhatsApp sobre la no retención de los mensajes, persiste la inquietud sobre la posibilidad de que la empresa tenga acceso a los mensajes mientras estos pasan por sus servidores.

Aunque la compañía insiste en que los mensajes no son leídos durante su tránsito por los servidores, expertos en ciberseguridad prefieren alternativas como Signal o Telegram, dejando entrever una desconfianza hacia WhatsApp y otras plataformas de Meta. Esta situación ha reavivado el debate sobre la privacidad y el manejo de la información personal en la era digital.

En cuanto a la recuperación de las conversaciones, existen dos métodos. El primero es a través de las copias de seguridad en la nube, lo que permite restaurar mensajes borrados, aunque muchos expertos en seguridad desaconsejan esta opción por riesgos de filtración de datos.

La segunda opción sería obtener acceso físico al teléfono desde el que se enviaron los mensajes, lo que permitiría recuperar los datos mediante software especializado. Sin embargo, no se dispone del dispositivo en cuestión.

A pesar de la falta de claridad en los detalles, lo que es evidente es que los datos entregados por Meta y Google serán fundamentales para el avance de la investigación, dejando abierta la pregunta sobre la verdadera extensión del control que estas plataformas ejercen sobre la información personal.