Mercedes es víctima de la violencia machista y con tres hijos a su cargo tiene una hipoteca a la que no llega con su sueldo. El aviso de desahucio le llegó en plena pandemia, después de llevar 17 años viviendo en el piso que compró con su expareja. Pero él no pagaba los recibos, se gastaba el dinero en drogas y además, la maltrataba.
"Este hombre hacía de todo, me ha costado mucho salir de donde he estado. Me daba miedo, me amenazaba, me hacía sentir como una cucaracha y me veía sola. Tenía que darle todo el dinero que tenía porque si no me mataba. Yo se lo daba todo y trabajaba para él", relata Mercedes.
Ahora que ha conseguido que él se marche de la casa y tenga una orden de alejamiento, se ve con la dificultad de llegar a final de mes con sus hijos y un piso. "Si me dejan en la calle, ¿qué va a ser de mis hijos?", se pregunta. "Espero que no pase nada, que me echen una mano que me permitan un alquiler que pueda pagar con mi sueldo", explica.
Más Noticias
- Un vecino de Salou carga contra el IMSERSO y defiende a los turistas británicos: "Solo dan vueltas y no se gastan un duro, los otros nos dan trabajo"
- El vicepresidente del Consejo de la Juventud, sobre vivienda: "Los jóvenes de España solo pueden vivir fuera"
- Luis Calero descubre el buen sabor de las gambas rojas de Denia
- Un empresario hostelero sostiene que "los trabajos de baja cualificación en restauración van a desaparecer"
- Luis Cañada alerta sobre las trampas de las etiquetas en los alimentos: "Hay ensaladas que tienen más calorías que una hamburguesa de un fast food"
Un equipo de Liarla Pardo ha acompañado a Mercedes en el día de su desahucio, donde ha estado también arropada por sus vecinos. Finalmente se ha aplazado durante unos meses, pero "tarde o temprano se va a llevar a cabo".
Equipo de Investigación, en 2013
"No es turismo de borrachera, es gente que sale y se divierte": así defendía el concejal de Salou el turismo británico
El concejal de Turismo de Salou accedió a hablar con este programa de Equipo de Investigación de 2013 para defender los beneficios del turismo low-cost británico. Eso sí, confesó que en su hotel no los aceptaban porque era "difícil compatibilizarlos con otro tipo de clientes".