"¿Te asusta esta crisis económica que están anunciando tan bestia?", pregunta a Rosa María Sarsá Jordi Évole, que destaca cómo "el sector cultural está preocupado por la que le va a caer después de todo esto".

"Y la que le ha caído toda la vida", responde la actriz, quien critica la poca relevancia que se le da a este mundo: "Yo soy una vieja socialista, pero ni tan siquiera los gobiernos socialistas han dado la importancia que se debe dar a la cultura. Y esto, yo creo, que hay que recordárselo a los que están ahora en la palestra".

Por último, Rosa María Sardá reflexiona sobre la dramática situación actual: "No todo está perdido si de verdad alguien pone hilo a la aguja, si de verdad arrimáramos el hombro. No todo está perdido si de verdad fuésemos un país unido y solidario".

"No sé cómo los que tienen más de dos duros duermen tranquilos"

Rosa María Sardá realiza un duro análisis de la sociedad que nos espera tras la crisis del coronavirus: "Seguirán acumulando cuatro lo que es necesario para millones. Seguirán vendiendo armas, explotando gente y llegando pateras".

Rosa María Sardá

"El cáncer está controlado"

Rosa María Sardá afirma en este vídeo que, aunque el cáncer que padece "está controlado", "el cáncer siempre gana". Unas palabras que no convencen a Évole, quien destaca que "siempre no".

Rosa María Sardá

"El trato a los enfermos de sida fue vergonzoso y horrible"

Jordi Évole recuerda junto a Rosa María Sardá los años del sida en España, una época muy dura que terminó con la vida de mucha gente, incluida la del hermano de la actriz, Joan. "Ahora nos estamos enfrentando a una enfermedad nueva, desconocida, que nos asusta y no sé si de alguna manera te está recordando a lo que vivisteis muy de cerca en tu casa con el sida y con la muerte de tu hermano Joan".

La presentadora afirma que ahora todo el mundo está involucrado con el coronavirus porque "cualquiera puede pillarlo, hasta un creyente, una persona decente...", pero Rosa María Sardá, recuerda cómo "el Sida era de gente marginal y degenerada": "La gente lo rehuía. Fue horroroso lo que se hizo con los enfermos de sida, fue vergonzoso".

Rosa María Sardá