Boris Izaguirre se sincera en Más Vale Sábado sobre su reconciliación con Tamara Falcó, con quien lleva un año sin hablar después de que publicara una columna en 'El País' criticándola por sus polémicas palabras sobre la homosexualidad en el Congreso Mundial de las Familias en México, donde habló de la existencia de "tipos distintos de sexualidades y sitios donde ejercer el mal".

"No me arrepiento en su totalidad (de haberla escrito)", reconoce, aunque sí de "haber hecho mención a su aspecto físico y a su vestuario" porque considera "machista comentar el vestuario del sexo contrario". "Siempre se comenta el vestuario de las mujeres y no el de los hombres", critica.

Eso sí, se culpabiliza de su distanciamiento y prefiere dejarlo claro ante las cámaras: "Sí considero que fue un error sumarme a esas voces tan críticas para ella".