En apenas una semana desde que se ha aprobado el decreto de ahorro energético del Gobierno, el PP ha embarrado el debate público con bulos y falsedades sobre el contenido real de la norma que debería permitir reducir un 7% el consumo de energía.

Así, por ejemplo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que España será el único lugar de Europa donde se apaguen los escaparates. Esto es falso, ya que en Francia se lleva haciendo esto mismo desde 2013. Allí se apagan los escaparates entre la una de la madrugada y las seis de la mañana. El PP ha tenido que matizar en un comunicado, señalando que seremos los únicos en apagar desde las diez de la noche el escaparate.

Igualmente, en el PP aseguran que el texto se ha elaborado a espaldas de las comunidades autónomas. Pero esto no es así: el 26 de julio se produjo la reunión de ministros de Energía de la UE en la que se acordó el recorte del consumo. Un día después, la vicepresidenta de Transición Energética, Teresa Ribera, se reunió con los portavoces parlamentarios y, el 28 de julio, hizo lo propio con los consejeros autonómicos.

Pero en el PP siguen hablando de improvisación. En los seis días entre la reunión y la aprobación del decreto, la ministra Ribera se reunió con técnicos, portavoces, consejeros y con la Federación Española de Municipios y Provincias.

El propio presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se sumó a los bulos este fin de semana: "Proponer las mismas temperaturas a un comercio de congelados que a una librería, poner las mismas temperaturas a una tienda de frutas que a una tienda de ropa, es simplemente una improvisación", deploró el líder conservador.

Pero esto tampoco es así. El decreto contiene excepciones, y lo dice literal el BOE: "No tendrán que cumplir dichas limitaciones de temperatura aquellos recintos que justifiquen la necesidad de mantener condiciones ambientales especiales".

El PP ha azuzado también el argumento de la seguridad de las mujeres, indicando que el decreto supone apagar los alumbrados públicos. Pero esto no es así: indican que se han de apagar escaparates y de los edificios públicos, pero en ningún caso las farolas que iluminan las calles.