Un coche fúnebre. Es lo que se ha encontrado la Policía en una carrera ilegal disuelta en O Porriño. En la prueba, en la que participaron vehículos modernos junto a otros con más de 20 años de antigüedad, las fuerzas del orden se encontraron con este vehículo en un evento que, según afirma el Ayuntamiento, generó un "grave riesgo para la seguridad pública".

Sobre la una de la madrugada de aquel día, los agentes cerraron los accesos al polígono en cuestión donde quedaron los conductores para realizar tanto maniobras ilegales como carreras ilegales. Eso hizo que tuvieran que salir por un único paso, donde se encontraron con la Policía para unas inspecciones exhaustivas.

De los participantes, se investigó a cinco conductores por un delito contra la seguridad vial. De ellos, cuatro aceptaron pena de cárcel y la retirada del carnet de conducir. Uno de ellos está a la espera de comparecer con su abogado. El resto se enfrenta a diferentes sanciones, con multas de 500 euros y la pérdida de seis puntos en su permiso.

Según parece, las autoridades detectaron desde hace ya varias semanas un aumento inusual tanto de turismos como de asistentes en el polígono industrial Oceanis-Cataboi. En el lugar, además de los participantes, había centenares de personas que corrieron peligro ante las maniobras de los conductores.

En ahí estaba. Ahí se hallaba, compitiendo, un coche fúnebre. Según cuenta la Policía, el vehículo no es ni robado ni pertenece a una funeraria. Fue el conductor el que lo adquirió para competir en estas carreras ilegales.