"El metabolismo no cambia, lo que cambia es nuestro cuerpo", explica Luis Alberto Zamora. EL cambio empieza a los 30 años, cuando nuestro cuerpo tiende a gastar cada vez menos y nosotros seguimos comiendo lo mismo. Al no adaptarnos, sufrimos las consecuencias.
Es a esta edad cuando baja la tasa metabólica basal, que se refiere a lo que gasta el cuerpo para estar vivo sin hacer ningún tipo de ejercicio. También disminuye la regeneración celular, aumenta el peso corporal y aumenta la rigidez de las articulaciones, lo que nos hace menguar unos centímetros cada 10 años.
Por eso, debemos prestar especial atención a nuestra alimentación y evitar el alcohol, los dulces, los embutidos y los snacks.
A los 40, debemos centrarnos en reforzar la densidad ósea con calcio, higos secos y langostinos, entre otros alimentos. Con 50 años, aumenta la fatiga y el cansancio, algo que tiene que ver con los músculos, ya que empezamos a perder masa muscular. Alimentos como el brócoli, los huevos o los pistachos son ricos en proteínas, magnesio, hierro, vitamina B6 y vitamina B12, imprescindibles en nuestra dieta.
Se acabó la tortilla de patata dura
El "extraño" truco de Carlos Maldonado para dar "untuosidad" a la tortilla de supermercado: "Dejarla en leche toda la noche"
"Igual que lo hacemos con algunas carnes, podemos hacerlo con tortillas duras", afirma Carlos Maldonado, que en este vídeo desvela cómo con leche es posible 'mejorar' un poco más la tortilla de patata precocinada.