El origen del mortal incendio en una residencia madrileña, que se ha cobrado la vida de tres mujeres, pudo ser el cargador de un móvil. Pero, ¿cómo es posible que ardiera? Francisco López, ingeniero experto en electrónica industrial, advierte en Más Vale Tarde contra comprar uno cualquiera, porque "los cargadores tienen que tener una capacidad necesaria para cada teléfono".

En este sentido, explica que si usamos un cargador de 15 o 20 vatios para un teléfono que requiere 120, el cargador "se va a calentar enormemente". "Si el cargador es bueno, puede tener su sistema de regulación y cortará cuando tiene una temperatura elevada", indica, pero alerta de que esto no siempre es así.

"Hay cargadores que solamente tienen un componente que regula la tensión, que ni siquiera la estabiliza", alerta el experto, que señala que en este caso, el componente puede fundirse y "simplemente dejar de funcionar", pero otros "producen un cortocircuito" que puede acabar causando un incendio.

Ante un calentamiento del cargador, si este no regula la temperatura "puede romperse, puede fundirse o cortocircuitarse", insiste. En este último caso, alerta, "puede producir fuego, llamas" y puede ocurrir todo lo que pasa cuando un plástico es atravesado por una "corriente sin control".