El arzobispado de Burgos ha confirmado que les ha llamado un empresario para solicitar el pago de la factura de una compra que tuvo lugar en enero. El detalle de la compra contenía ropa de cama de alta gama por el "módico" precio de 6.900 euros. Al parecer, las monjas le dijeron al proveedor que era por si "recibían la visita de un cardenal".

No obstante, no son las únicas facturas sin pagar que habrían dejado las monjas, sino que también se habrían comprado jamones ibéricos e iPhones. Hay facturas por valor de 35.000 euros.

A su vez, quedan por pagar 600.000 euros de hipoteca,72.000 euros de un préstamo que pidieron para reformar la cocina y poner un horno más moderno y 30.000 de un préstamo que pidieron para poner placas solares.

En total, serían 900.000 euros el dinero que deben.