El psicólogo José Antonio Galiani asegura que el calor o estrés térmico sostenido genera una sobre adaptación que afecta a nuestra función ejecutiva y, por eso, afecta a nuestro estado de ánimo.

"Nuestro organismo se adapta a las situaciones, pero cuando tenemos un estrés térmico sostenido se genera una sobre adaptación: todo lo que es nuestra función ejecutiva, como la concentración o estados de ánimo, genera una mayor erupción y la consecuencia la tenemos clara", explica en directo.

Ante esto, el experto lanza un pequeño consejo para no dejar que nos afecte: "aceptar lo que está ocurriendo". "Criticar el calor, quejarse de calor p lamentarse del calor son elementos que hacen que nuestro dialogo interno se vaya generando de una manera más negativa", explica. Así, señala que la solución pasa por aceptar que estamos en verano.