Si vamos por el campo y nos encontramos con un ataque de una jauría de perros, lo más importante será mantener la calma, no salir corriendo. Así lo recomienda Abel, adiestrador de perros, en Más Vale Tarde. No chillas, no alborotarse, no mirar hacia los perros e intentar mantenerse quieto, esa será la clave.
Aunque reconoce Pepe, también adiestrador, que es una situación compleja para quien no está acostumbrado al trato con este tipo de animales. "Lo normal, ante un ataque de perros, es ponerse nervioso, y nosotros pedimos todo lo contrario", detalla.
Además, explica que si tenemos una pared o un árbol cerca debemos poner la espalda contra ello y esconder las manos detrás manteniendo una actitud de indiferencia hacia ellos.
Saben que es difícil también saber reconocer al líder de la manada, que llevará la cola "más alta que ninguno" y el que irá el primero.
"Si tenemos la habilidad de detectar al líder, podemos hacernos más grandes, ir a por él, conseguir que se vaya y el resto quedan totalmente anulados. Tenemos que hacernos más grandes con gestos y aspavientos, siempre con autoridad hacia el perro. Ponernos más agresivos que él, con gritos para que se venga abajo", ha explicado Pepe, aunque "eso no todo el mundo lo va a poder hacer, porque hay que tener temple".