Ximo Ferrándiz está a punto de salir de la cárcel. El próximo domingo, el asesino en serie de Castellón abandonará la prisión donde cumple condena por los asesinatos y violaciones de cinco mujeres, que perpetró en apenas 14 meses, entre 1995 y 1996.

De rostro afable y talante educado, hay quien le considera el 'Ted Bundy español': aunque durante el día aparentemente llevaba una vida normal, por las noches se convertía en un depredador que salía 'a la caza' de mujeres, a quienes convencía para subirse a su coche para violarlas y matarlas.

Su extenso historial delictivo se remonta a 1989, cuando fue condenado a 14 años de prisión por violar a una mujer. Sin embargo, cumplió menos de seis en prisión y, poco después de salir en libertad, volvió a las andadas. El 20 de noviembre de 1995, asesinó a Sonia Rubio en Oropesa del Mar, tras conocerla a la salida de una discoteca, su lugar de 'caza' favorito.

Entre finales de enero y principios de febrero de 1996, mató a Natalia Archelós, Mercedes Vélez y Francisca Salas. Estas tres víctimas, que eran drogodependientes y se prostituían, aparecieron con signos de violación y estranguladas con su propia ropa interior. Casi un año después, Ferrándiz asesinó a Amelia Sandra. Durante el año que pasó entre este y su anterior crimen, otro hombre fue detenido y acusado de los asesinatos; el asesino en serie de Castellón esperó a que saliera de la cárcel para volver a matar.

Durante una vigilancia, los agentes presenciaron cómo intentaba actuar de nuevo, desinflando la rueda del coche de una joven para 'cazarla'. Sin embargo, no se salió con la suya, y finalmente, en junio de 1998, fue detenido. La Guardia Civil encontró en su casa la cinta aislante que usaba con sus víctimas, un 'kit' que él mismo denominaba "el kit del violador". Fue condenado a 69 años de prisión y, en cuestión de días, estará de nuevo en libertad.