Más de 200 cadáveres ocultos en salas tapiadas del cementerio de Manacor. Es lo que se encontró este concejal tras recibir la llamada de la encargada del cementerio alertando de que había tres salas donde había reducciones de cuerpos.
Esta historia es totalmente sobrecogedora e inquietante, ya que de momento se desconoce de quién son los cadáveres y quién fue el o los responsables. Carles Grimalt dice que no se esperaba "esa magnitud".
"Decidimos que nos abrieran la puerta y nos encontramos con los cuerpos. 10 cajas por 7 y decidimos ponerlo en conocimiento de la Policía para saber que estaba ocurriendo en nuestro cementerio", explica el concejal.
Al ser preguntado por si la imagen era tan escabrosa como se dice, Grimalt lo tiene claro: "No soy una persona religiosa pero si lo soy espiritual, y creo que no debe ser la condición en la que descansen restos humanos desde hace 40 años".
Estos cuerpos habrían sido sacados en los años 80 por una reforma del cementerio y deberían haber sido trasladados después a su lugar de origen pero, según explica el concejal, "la persona encargada del cementerio no llevaba un control de todo el funcionamiento del mismo".