Ana Céspedes, directora General Mundial de Operaciones de IAVI, una organización global dedicada al desarrollo de vacunas, ha pedido en Más Vale Tarde más transparencia e información a los ciudadanos sobre los efectos de la vacuna de Astrazeneca.
"Yo tengo puesta la bandera amarilla", se ha sincerado la científica preguntada por si recomendaría a un familiar vacunarse con ella, asegurando que hace dos semanas habría dicho que sí a vacunarse pero que ahora quiere más datos.
"Si mi familiar tiene una enfermedad cardiovascular o antecedente le recomendaría que no, pero yo no soy quien recomienda la vacunación", afirmaba durante la entrevista. Y es que, según piensa, esta vacuna "tiene un margen menor de riesgo-beneficio que las de Moderna y Pfizer" y por ello pide que se deje a la persona decidir "como en cualquier campaña de vacunación".
¿Qué hacer con la vacunación con Astrazeneca?
En su opinión, estamos en una situación en la que ninguna decisión que se está tomando con esta vacuna es buena, porque "parar su inoculación podría tener un impacto terrible en la vacunación y el riesgo de contraer la enfermedad sería mayor para muchas personas". Sin embargo, en cuanto a la decisión de continuar como hasta ahora, considera que "hay un riesgo mucho más alto que con otras vacunas de que se produzcan determinados efectos adversos".
"Con los datos que tenemos hay que informar a los ciudadanos", reclama Ana Céspedes, poniendo como ejemplo que con la píldora anticonceptiva se aumenta un 1,6% el riesgo de enfermedad cardiovascular y la gente lo sigue tomando, pero "siendo consciente del riesgo".
Por todo ello, la solución que plantea para esta vacuna es dejar elegir a la gente después de informar que con AstraZeneca "existe este riesgo y la puedes tener ahora y hay una con menos riesgo pero que puede que no tengas hasta dentro de tres meses".
"Pienso que es la manera más transparente de contarlo porque no sabemos si los casos de trombosis están relacionados, pero tampoco podemos descartarlo", explica la científica, para quien es aún más importante el hecho de que no se pueda establecer cuáles serían las características personales que aumentarían los riesgos de sufrir efectos adversos.
Por su parte, la médico Silvia Durán y el virólogo José Antonio López han insistido en Más Vale Tarde en que todas las vacunas son "seguras" y que el porcentaje de población vacunada con trombos no es mayor que el que existe en la población general. Además, explican que aunque la relación fuera causal, produciría menos trombos que la eparina.