La decisión de la Generalitat de Catalunya de prohibir fumar en las terrazas de los bares se ha topado con el rechazo frontal de los hosteleros, que creen que la medida repercutirá negativamente en el sector.
Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración de Barcelona, reprocha que "no se puede legislar sin tener en cuenta el impacto que puede tener en un sector de la economía tan importante y para el cual no hay sustituto". "Solo en Barcelona más de 70.000 personas viven directamente de la hostelería", afirma.
Según Pallarols, las terrazas "se han convertido en el espacio refugio para salvar empresas" y considera "injusto" que se derive "la responsabilidad de por qué se vende tabaco legalmente en España en el sector de la hostelería".
Sin embargo, Raquel Fernández, presidenta de 'nofumadores.org' defiende que "el derecho a la salud va mucho más allá del 'derecho' a fumar".
Asimismo, indica que la "hecatombe de la que hablan los hosteleros" es la misma de la que hablaron en 2010, antes de que entrara en vigor la ley antitabaco, y que finalmente no se produjo.
En este sentido, ha instado a tener en cuenta a las "55.000 familias que todos los años pierde a algún familiar por el tabaco" y a priorizar "la salud de todos" que "es mucho más importante que la economía".