Una clienta hizo un gran pedido en el bar de Estaban en San Sebastián, donde encargó 100 pintxos por valor de 350 euros... que nunca recogió ni pagó. "No pensábamos que nos iba a hacer esta faena", reconoce el hostelero, que explica en MVT la "avería" que supone para su local haber tenido "a dos personas haciendo pintxos" que, además, se han tenido que quedar. "¿Qué haces con ellos? Hay algunos que son fríos que igual puedes mantenerlos o sacarlos a barra, pero otros calientes que te quedas con ellos", señala.

Una situación ante la que el local ha decidido, a partir de ahora, establecer "una política de cobrarles por adelantado" a clientes que no sean habituales: "A la gente normalmente creo que no le va a suponer ningún problema y para nosotros va a suponer una garantía de seguridad", argumenta.

"Nos encontramos bastante indefensos los hosteleros, tanto sea un pedido de pintxos que no viene o una mesa que te reservan y que no aparecen", denuncia Esteban, que relata algo que les ocurrió hace un mes y medio, cuando tenían una "reserva de mesa de 40 personas" que no aparecieron ni avisaron. "El día de la cita que tenían que venir a cenar pues no vinieron", resume. Puedes escuchar la entrevista completa en el vídeo.