Jovanny Ramírez, la madre de Lisvette, una menor que fue asesinada en noviembre de 2017 en Madrid, ha expresado en Expediente Marlasca que "duele bastante" ver al presunto asesino de su hija "andando como si nada en la calle", tras lo que ha añadido que le ha visto "haciendo vida normal".
Además, la mujer ha recordado cómo fue el último día que vio a su hija con vida: "Comimos juntas y nos lo pasamos muy bien en casa". "Estábamos muy unidas", ha señalado.
"La pregunta que más me hago es por qué la asesinaron y por qué en tres años todavía no se ha hecho justicia por mi hija cuando los asesinos están en la calle porque son varios asesinos", ha relatado Jovanny Ramírez, quien ha pedido que "se haga justicia por su hija, que solo tenía 16 años" cuando fue asesinada.
En lo referente a los presuntos asesinos de la menor, la madre de Lisvette ha indicado que eran "sus amigos, personas con las que se relacionaba". "Y yo con la tía de Francis (el presunto asesino de su hija) me relacionaba en el parque porque tenemos niñas de la misma edad, pero a él no le conocía", ha señalado.
Fue el posicionamiento de un teléfono móvil el que puso nombre y rostro al supuesto asesino de Lisvette: Francis Guzmán, un dominicano de 20 años que estaba en casa de la menor en el momento en el que la mataron.
Sin embargo, Francis mintió a la Policía. Primero aseguró no conocerla, pese a que la había llamado un día antes. Además, aportó diferentes coartadas que no se sostenían y estaba preparando su huida del país. Pese a todo, en julio de 2019 fue puesto en libertad. El juez entendió que no había riesgo de fuga, ya que el joven tiene arraigo en España.
"No sé por qué está en libertad. Mientras él está en libertad, hay una familia destrozada. Ya no tengo vida, mientras que él está haciendo su vida. El asesino de tu hija está haciendo su vida y tú tienes que aguantar y soportar eso", ha expresado la madre de Lisvette.