Cojeando, con el brazo en cabestrillo y acompañada por los agentes: así volvía Alejandra García Peregrino al lugar donde horas antes había sido víctima, según había relatado, de un brutal asalto.
Ella, embarazada de cuatro meses entonces, había logrado salir con vida, pero el pequeño Dominique, el hijo adoptivo de su pareja, de tan ocho años, no había tenido tanta suerte.
Alejandra era la única testigo de lo ocurrido en esa casa de Elda, en Alicante, el 30 de agosto de 2017. Lo que declaró entonces fue que abrieron la puerta y se toparon con dos hombres: "Me dieron el primer golpe en el mismo rellano y a la fuerza nos obligaron a volver a entrar en casa", afirmaba.
Una versión que los investigadores terminaron por poner en duda. Quiénes eran esos dos hombres, qué motivos tenían para asaltarlos y cómo nadie los había visto entrar eran las dudas que surgían alrededor del crimen.
Según el testimonio de Alejandra, le tocaron el pecho, la maniataron con una cuerda y le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza: "Vi como fogonazos". Declaró que los dos hombres no se quitaron los cascos, por lo que no pudo verles el rostro ni mover los labios.
Se trata de un detalle es importante, ya que es la única forma de que Alejandra, con discapacidad auditiva, pudiera saber si hablaban o le decían algo.
Sin embargo, sí distinguió unos fogonazos, como si alguien le estuviese haciendo fotos a Dominique en otra habitación. Alejandra intentó pedir ayuda, pero los asaltantes la golpearon y perdió el conocimiento. Ningún vecino escuchó nada. Eso fue lo que declaró la mujer que ahora está en la cárcel por el presunto asesinato del hijo de su pareja.
En su versión nada encaja: el nudo con el que supuestamente la ataron lo podía haber hecho ella misma, además, los cortes que tenía en su camiseta y su sujetador eran demasiado perfectos y no coincidían con un ataque sorpresivo y violento.
Fue detenida en mayo de 2018. Es entonces cuando declaró que el niño murió al atragantarse con un trozo de jamón. Ella se asustó y simuló el ataque. Pero, según el escrito del fiscal, Alejandra asfixió a Dominique con una camiseta por la espalda. Luego le desnudó para para simular un abuso sexual.
Tiró multitud de objetos al suelo para simular un robo. Con un cuchillo se cortó su propia camiseta, cogió una piedra del balcón y se golpeó la frente antes de atarse las manos.
El lunes se sentará en el banquillo, ante un jurado. Se enfrenta a la prisión permanente revisable, la primera que se pide en la provincia de Alicante. Sin embargo, su ex pareja se ha retirado de la causa como acusación particular. Ambos tienen una niña en común, nacida tras el asesinato de Dominique.
Habla la madre de Dominique
Penélope Martínez, madre de Dominique, ha hablado para Expediente Marlasca. En su entrevista, ha lamentado que la justicia haya actuado "tan despacio" y ha asegurado que nunca sintió que el pequeño estuviera en peligro: "Yo consideraba que mi hijo se iba a un hogar donde iba a estar cuidado y protegido".
"Yo me entero por una llamada de teléfono. Cuando llamé para darle las buenas noches a mi hijo no tuve conversación de Dani. Al rato me llama un teléfono, era él diciéndome que fuera para casa", ha explicado.
Al llegar, encontró "el escenario de una catástrofe". "Vi a Dani dentro de un coche de patrulla y salió gritando que lo habían matado. Así es como yo me entero de que Dominique ya no está", ha explicado.
Penélope define a su hijo como un niño "súper dulce": "Era una niño encantador, me lo siguen diciendo y siempre me lo dicen... donde entraba iluminaba, lo llenaba todo de luz. Siempre estaba contento, siempre. Era súper educado, súper correcto, amoroso. Dominique era muy grande, y por eso siguen recordándolo tanto. Ha dejado una huella increíble".
Sobre la asesina del pequeño afirma no haber tenido relación: "Siempre ha sido una persona muy fría. Nunca quieres creer que una persona pueda hacer una cosa así y venir a tu casa". Por eso, ahora solicita prisión permanente revisable para ella.