La familia del menor madrileño encontrado muerto en un vertedero de Toledo tras once días desaparecido ha criticado la información recibida por la Policía, ya que se enteraron del hallazgo del cadáver por los medios de comunicación, y también ha valorado la hipótesis que manejan los investigadores: que se refugiaron en un contenedor y los recogió el camión de la basura.

"Me parece mal que durmiesen en un contenedor, no lo veo lógico si se pueden meter mejor en la estación del metro o en la Renfe que en un contenedor", ha declarado Antonio Fernández, portavoz de la familia.

Sobre si ha sido una desaparición voluntaria, Fernández señala que la Policía vio a los dos menores en las grabaciones de las cámaras de la estación de Toledo pero después no se sabe qué ocurrió: "Puede ser que los hayan cogido ahí y los haya retenido alguien".

"Cuando se hizo saber las noticias por las redes sociales nos llamaron [la Policía] por teléfono y llamaron al padre y le dijeron que el cadáver sí era de su hijo", ha explicado, criticando la praxis policial.