Más de un año después del crimen, en unos días se dará a conocer la sentencia del proceso contra Daniel Sancho en Tailandia por matar a Edwin Arrieta. El fallo judicial ya está redactado y tiene que ser revisado por una instancia superior antes de que se haga público el próximo jueves, tras un juicio en el que la acusación trató de demostrar que el joven español asesinó al cirujano colombiano de forma premeditada. Una tesis que mantiene en su informe final, al que ha tenido acceso laSexta.

En ese informe, la representación de la familia de la víctima dibuja un relato de los hechos ocurridos durante el propio crimen. Así, citando la declaración del propio acusado, el escrito recoge que el 2 de agosto de 2023 ambos se encontraban en la habitación del hotel de la isla de Panghan cuando Daniel Sancho "habló con la víctima para poner fin a su relación".

Sin embargo, Arrieta "se negó y trató de tener relaciones sexuales con el acusado, quien también se negó". En ese momento, continúa, "el acusado se levantó y le dio un fuerte puñetazo en la cara", haciendo que la víctima "cayera hacia atrás, golpeando su cabeza contra el borde del lavabo con tal fuerza que se rompió la cabeza y comenzó a sangrar, aunque no perdió el conocimiento".

Arrieta, de acuerdo con este relato de los hechos, "agarró el brazo del acusado y lo mordió con fuerza, intentando luchar contra él". En respuesta, Sancho "levantó a la víctima y la golpeó contra el lavabo, dejándola inconsciente mientras la sangre se derramaba por todo el suelo del baño". "El acusado, en estado de shock, se quedó inmóvil durante aproximadamente una hora, hasta asegurarse de que la víctima había muerto. Luego, arrastró el cuerpo de la víctima para desmembrarlo", agrega.

La acusación mantiene que Sancho quiso matar

Para la acusación, "queda claro que el acusado actuó con la intención de matar a la víctima". Argumenta que si Arrieta intentó agredirle sexualmente, Sancho "pudo haber pedido ayuda", pero optó en cambio por "utilizar la fuerza para agredir a la víctima en repetidas ocasiones con violencia". Esgrime además que el joven "tenía habilidades de combate, ya que era un entusiasta del Muay Thai y había estudiado artes marciales". Habilidades, añade, que "utilizó y que podrían haber causado la muerte" de Arrieta.

El informe cita también el examen forense de los restos de la víctima y alude a las lesiones que presentaba, particularmente en la cabeza. Estas, sostiene, "no son el resultado de la descomposición del cuerpo", sino que "los moretones y cortaduras" probablemente "se debieron a impactos con objetos duros y no cortantes, como las manos" y "sugieren un acto de violencia considerable".

Destaca el abogado de la familia Arrieta que el informe pericial confirmó que "estos moretones ocurrieron antes de que la víctima muriera". "Al comparar las lesiones del acusado con sus afirmaciones de que la víctima lo había amenazado y agredido, queda claro que esas afirmaciones no son creíbles, ya que no hubo evidencia de que la víctima le agredieracon violencia o que usara un arma para amenazar al acusado", mantiene, apostillando que en cambio "las lesiones del acusado eran menores y no mortales".

Si Sancho no tenía la intención de matar a la víctima, arguye, "debería haber buscado ayuda": "Pudo haber solicitado asistencia del personal del hotel, la seguridad del hotel, los residentes cercanos o incluso haber llamado a la policía, al hospital o a una ambulancia para ayudar a la víctima. Si hubiera actuado con rapidez, la víctima podría haber recibido tratamiento a tiempo y no habría muerto", insiste, señalando que "el acusado no hizo nada de esto y esperó a que la víctima se desangrara hasta morir".

Además, la acusación recalca que Sancho "utilizó los materiales y herramientas que había comprado para preparar el asesinato y ocultar las partes del cuerpo en la habitación del hotel", utensilios que enumera también en el informe, en el que detalla asimismo cómo el acusado se deshizo de las partes del cuerpo de Arrieta, del cuchillo y la sierra que había comprado y de los teléfonos móviles de la víctima.