El economista Gonzalo Bernardos ha analizado la anunciada marcha de Ferroviala Países Bajos. Asegura que el Gobierno sí que puede hacer algo para retener a la compañía en nuestro país porque, "aquí una empresa no se va si no lo consciente".
Bernardos aconseja al Gobierno que se ponga "duro" y que diga a Ferrovial "que si se van, les va a costar caro". "Si es complaciente, posiblemente no será la última empresa que se vaya", advierte además.
Cuenta que la constructora "tiene el 85% de los activos aproximadamente en una sociedad internacional que ya está domiciliada en Países Bajos. La parte española, que es el 15% restante, tendría que ser comprada por la internacional. Aquí, en el traspaso de activos de una a otra, en la española afloran muchas plusvalías", cuenta. Por eso, dice que "hay que ver si el Gobierno le genera una exención de que tributen esas plusvalías o lo tiene que hacer en España".
En ese contexto, el economista explica que Ferrovial en Españatiene solo un cliente, "la administración pública". "Ferrovial quiere seguir chupando de la administración pública, porque quiere tener una parte del pastel muy importante que son los fondos europeos".
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"Yo, si fuera el Gobierno sabría qué hacer. Pero llevamos mucho tiempo en que las administraciones están al servicio de las grandes empresas, y no al revés", ha denunciado.
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