El derbi de ayer en el Cívitas Metropolitano entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid vivió un nuevo y lamentable episodio de violencia cuando el portero del equipo blanco, Thibaut Courtois, recibía el lanzamiento indiscriminado de varios objetos desde la grada.

El suceso, que llevó a detener el partido durante veinte minutos, dejó imágenes como la de dos de los capitanes del conjunto colchonero, Koke y Giménez, negociando con encapuchados o incluso ir a aplaudir a esa misma zona al término del partido.

"Cuando veo eso, me da la sensación de que hay una mezcla de miedo, temor y respeto por parte de esos jugadores hacia esas personas del fondo", comenta Iñaki López en el vídeo sobre estas líneas, donde se pregunta si suele haber reuniones entre los ultras y el entrenador o la plantilla.

"Ha habido toda la vida", afirma Gonzalo Miró, que destaca que mientras clubs como el Real Madrid o el FC Barcelona han sacado a los radicales de sus estadios, en el caso del Atlético de Madrid "es una cuenta que tiene pendiente". En este sentido, considera que "la reacción de los jugadores ayer es más por miedo, que porque realmente piensen que lo que están haciendo esté bien hecho".