Por las víctimas de la DANA

Habla la directora de comunicación del arzobispado en Valencia: "Esta misa para las víctimas era absolutamente necesaria"

"La misa no era un funeral de Estado, sino un acto necesario para las víctimas", afirma Amparo Castellano, quien destaca "el esfuerzo conjunto de párrocos y alcaldes" para garantizar la asistencia de las familias a pesar de los retos logísticos.

Amparo Castellano, directora de comunicación del Arzobispado de Valencia durante la entrevista en Más Vale Tarde

Amparo Castellano, directora de comunicación del Arzobispado de Valencia, ha salido al paso de las críticas por la aparente desorganización en la convocatoria de la misa en honor a las víctimas de la DANA. En declaraciones realizadas en Más Vale Tarde, Castellano ha subrayado que la celebración "era absolutamente necesaria" y ha explicado los retos enfrentados para asegurar la presencia de los afectados.

"Hay que entender que la iglesia no tiene la estructura de otras instituciones o administraciones. Han sido los párrocos los que, desde el principio, han estado al pie del cañón, compartiendo el día a día con las familias, ayudándolas incluso a salvar sus vidas", ha afirmado Castellano. Según ha explicado, la labor de los párrocos ha sido fundamental, ya que muchas parroquias han funcionado como centros logísticos en las áreas más afectadas. Sin embargo, ha aclarado que la iglesia ha enfrentado dificultades para contactar directamente a las víctimas y sus familiares debido a la ley de protección de datos. "Ni siquiera los alcaldes pueden facilitarnos esta información", ha añadido.

A pesar de estas limitaciones, Castellano ha destacado que los esfuerzos conjuntos entre párrocos y alcaldes lograron convocar a unas 400 personas. "En las localidades más pequeñas, los alcaldes y los párrocos han trabajado de la mano. En muchos casos, las parroquias organizaron taxis para trasladar a las familias, evitando incluso la necesidad de algunos autobuses previamente anunciados", ha detallado.

La directora también ha abordado las críticas sobre el sistema de acreditaciones. Ha explicado que muchas de las acreditaciones se gestionaron durante el fin de semana previo al evento, con unas 330 personas confirmadas a través de las parroquias y unas 70 más que contactaron directamente al arzobispado. "El teléfono puesto a disposición era el del propio arzobispado. No fue algo improvisado, pero la logística dependía de que las familias o sus allegados nos contactaran directamente, lo cual era complicado sin un vínculo previo", ha aclarado.

Castellano ha defendido el sentido espiritual y comunitario de la misa: "Esta misa no era un funeral de Estado, sino un acto necesario para las víctimas. Era nuestra manera de solidarizarnos con ellas, de llorar juntos y ofrecer esperanza en un momento tan desesperado. Desde el arzobispado, ¿qué Navidad podemos celebrar si no hemos estado con ellos en su sufrimiento?".

Finalmente, ha agradecido la labor de los medios de comunicación y ha pedido que no se olvide a las víctimas. "Nuestra intención es permanecer con ellos cuando ya no quede nadie, salvo tal vez ustedes -los medios-", ha concluido.