Juana y Pablo son madre e hijo del bloque de Arucas (Gran Canaria) en el que una vecina agrede, insulta, amenaza y aterroriza al resto de inquilinos. En Más Vale Tarde han contado cuál es la situación que viven desde hace cuatro años, cuando esta vecina, que llevaba ya tiempo viviendo allí, cambió su comportamiento de manera radical. Arroja aguas fecales y líquidos corrosivos a las casas de los vecinos, raja sus puertas con un cuchillo, les grita cosas como "puta" o "maricón", les amenaza, y además ha llegado a protagonizar agresiones. "Esto se tiene que acabar, nos han destrozado toda la casa", denuncian los vecinos.

"No se puede hablar con ella porque siempre amenaza con matar. Con el hijo mayor, la situación es igual. Creo que no está bien, porque lo que hace...", cuenta Juana. La situación no solo ocurre dentro del propio edificio y con todos los vecinos, sino que la mujer también molestaría a los de los bloques de al lado, arrancándoles las persianas, agrediendo a las vecinas.

Cuentan que la situación es insostenible y que por muchas denuncias que haya de por medio no pueden hacer nada: "La Policía no puede hacer nada porque tiene problemas mentales, aunque eso no está acreditado oficialmente", cuenta Pablo. Lamentan que "no hagan nada aunque la mujer lleve cuchillos". "Entiendo que es su cabeza, pero yo estoy cansado", ha empatizado el inquilino, explicando que al exponer el tema en los medios intenta buscar una solución para "que la mediquen, que la curen y que los hermanos menores tengan una buena educación".