Borja Agudo, el fotógrafo que entró a la casa de Pablo de Rojas, el obispo excomulgado tutor de las monjas clarisas, ha contado en Más Vale Tarde cómo fue la experiencia.

Se trata de un piso en la Gran Vía de Bilbao, una de las zonas más caras de la ciudad, donde el 'obispo', según cuenta Agudo, "daba misa a la sirvienta y al mayordomo". El fotógrafo cuenta que la casa "era flipante" y que la sensación era "como la de pasar a otra época". "A mí le casa me daba miedo. Le dije a la redactora: "de aquí no salimos vivos"", comenta el fotógrafo.

Además, revela que "todo parecía muy teatralizado" y que "llamaba al servicio con una campanilla".