El crimen de Huétor Tájar (Granada) en el que un abuelo asesinó a sus dos nietos de 10 y 12 años sigue arrojando muchas dudas más de 24 horas después del trágico suceso. Según confirman fuentes consultadas por laSexta, los agentes de la Unidad de Intervención Especial de la Guardia Civil no escucharon ningún disparo.

No obstante, los agentes de la Policía Local y los vecinos que se acercaron a la vivienda donde sucedieron los hechos sí que llegaron a escuchar hasta un par de disparos, como cuenta Cecilia Cano en Más Vale Tarde. Es más, uno de los menores llegó a hablar por teléfono con su padre y un médico del 061 con un chaleco antibalas habló con el abuelo, que le aseguró que los niños estaban bien e iban a dormir con él esa noche en su casa.

A las 8:00 horas del lunes, los agentes de la Guardia Civil entran en la vivienda y encuentran los cuerpos de estas tres personas. Según el informe preliminar de la autopsia, uno de los menores murió tras ser disparado en la espalda o el costado, mientras que el otro murió por asfixia.