Los ladrones llevaron 400.000 euros
El lotero de Lugo, investigado por la planificación del atraco de su administración, se reunió con los atracadores un mes después
La investigación revela que el propietario de la administración de lotería habría planeado el asalto junto a los presuntos atracadores, y que intentó estafar a la aseguradora y a Loterías del Estado al reclamar una indemnización superior a la cantidad realmente robada.
La Policía Nacional ha dado un vuelco en la investigación del supuesto atraco a una administración de lotería en Lugo, denunciado el pasado 4 de enero. Lo que inicialmente parecía un violento robo se ha transformado en un caso de presunto fraude, con el lotero como posible cerebro de la trama. Según las pesquisas policiales, el propietario de la administración se habría reunido con los supuestos atracadores un mes después del robo.
El lotero, quien en su momento relató cómo vivió el supuesto asalto, aseguraba que dos hombres encapuchados entraron en el local armados, lo amenazaron con una pistola y le exigieron el dinero. "Sentí la pistola muy cerca", declaró, describiendo el supuesto robo de "casi todos los ingresos relacionados con la lotería de Navidad".
Sin embargo, las investigaciones policiales han revelado que, lejos de ser una víctima, el lotero podría haber sido el principal responsable de la planificación del atraco. Gracias a la triangulación de señales de teléfonos móviles, se ha descubierto que el propietario se reunió en Lugo con los presuntos autores materiales del robo un mes después del asalto. Esta reunión, clave para la investigación, apunta a que el atraco fue planeado de manera conjunta.
Además, el lotero habría devuelto 250.000 euros a Loterías y Apuestas del Estado, una cantidad muy inferior a los 400.000 euros que intentó reclamar inicialmente al seguro. Esta disparidad refuerza las sospechas de que el robo fue simulado para obtener un beneficio económico ilícito.
Los tres implicados —el lotero y los dos presuntos atracadores— podrían enfrentarse a juicio bajo las acusaciones de simulación de delito, tentativa de estafa y apropiación indebida. Mientras tanto, el propietario ha puesto a la venta su administración, señalando que no desea continuar en el negocio tras el escándalo.