Tomar edulcorantes es seguro: están controlados por la ley, pero tienen ingestas máximas permitidas. Según el experto nutricionista, Luis ALberto Zamora, sólo "están presentes en los alimentos que deberían de ser de consumo ocasional".
El edulcorante más conocido es la sacarina, pero también están el ciclamato, el aspartamo o la estevia. Estos no aportan calorías y son más dulces que el azúcar.
Pero hay otro grupo, los edulcorantes que acaban en '-ol', como sorbitol o el xilitol. Estos sí aportan calorías y hay que controlarlos porque pueden contar como una ración de hidrato de carbonos. Si los comemos en exceso producen gases o diarrea. Además, son menos dulces que el azúcar.
Los dátiles, los plátanos o los arándanos son otras alternativas que nos ayudan a endulzar nuestras recetas.