La compra de alimentos crece un 17,6% en la última semana y se dispara el consumo de harina, que se ha multiplicado por cuatro según ha confirmado el ministro de Agricultura. Pero, ¿es tan sencillo hacer pan casero? ¿se puede comprar y consumir pan sin peligro durante la crisis del COVID-19?
"Consumir pan no es la vía de entrada del coronavirus", apunta Luis Alberto Zamora.
Luis Alberto Zamora, nutricionista, aclara todas las dudas en Más Vale Tarde: "Consumir pan no es la vía de entrada del coronavirus". Eso sí, Zamora recuerda que la ración diaria no debe sobrepasar la rebanada de 'dos o tres dedos' de medida, lo que nos aportaría unas 80 calorías (lo mismo que un huevo duro).
"Comer media barra de pan durante la comida supone 330 calorías, lo que equivale a un croissant y medio de bollería. Si te comes la barra entera equivale a tomar un bote de mayonesa de unos 200 gramos. Y eso no viene muy bien en tiempos de confinamiento", explica el experto en nutrición.
Levaduras alternativas para el pan casero
Teniendo en cuenta las cantidades, nos podemos animar a hacer pan casero, aunque la levadura empieza a escasear en los supermercados. Luis Alberto Zamora advierte de que "no todas las levaduras que venden en los comercios son iguales y nos van dar el pan que conocemos como resultado".
La cerveza, el vinagre y el bicarbonato se pueden emplear como 'levadura' alternativa.
Tradicionalmente se realiza con levadura fresca de panadería, "un hongo que fermenta los hidratos de carbono cuando lo dejamos reposando y genera ese gas que da el tacto esponjoso". Pero hay más opciones: las levaduras deshidratadas, que aguantan más, y la levadura química (o polvos para hornear).
La cerveza, el vinagre y el bicarbonato también se pueden emplear como 'levadura' alternativa para hacer pan. "Un cucharadita de cerveza por cada taza de harina ayudaría para generar esa reacción de la que antes hablábamos con el hongo", apunta Zamora.