El pueblo de Mira (Cuenca) ha sido uno de los lugares más afectados por las lluvias torrenciales de la DANA, que han causado un verdadero caos y dejado una estela de destrucción. Los vecinos describen la situación como "un infierno".

La magnitud del desastre es impactante: en una de las viviendas, la fuerza del agua fue tal que una silla de la cocina terminó clavada en el techo. La presión del agua arrancó de cuajo los muebles, especialmente los armarios altos de la cocina. La dueña de la casa, Mari, relató lo sucedido en Más Vale Tarde, diciendo: "Ha sido muy duro. Sentía inseguridad, miedo, terror… El agua comenzó a entrar por ambos lados de la casa alrededor de las dos de la madrugada, inundando todo. Fue horrible y sentí una impotencia total al no poder hacer nada. Sacamos los coches por seguridad y, al salir, vimos cómo se los llevaba la riada."

Mari lamenta la pérdida de sus recuerdos, como los álbumes de fotos de su boda: "No quería bajar a la planta baja, que estaba inundada, porque me daba horror, aunque las pérdidas sean materiales… me da mucha pena. Me refugié en el tercer piso y en la buhardilla, y ahí estábamos a salvo, pero la sensación era de frío y miedo".

La tragedia se intensifica con la pérdida de vidas humanas. "Tenemos conocidos que han fallecido, se ahogaron en el coche. Eso es lo peor, eso sí que no se puede recuperar. Las pérdidas materiales, tarde o temprano, se podrán arreglar, pero esto es una desgracia."