La gasolina y el diésel suben más de un 2% la última semana. ¿Por qué? ¿Vamos a sufrir un encarecimiento incluso mayor en las próximas semanas? Lo analizamos en Más Vale Tarde con Nacho Rabadán, líder de la Confederación de Empresarios de estaciones de servicio: "Seguramente sí. Ya lo vimos la semana pasada, cuando se notó un subidón muy importante. Nuestros precios de compra se han visto encarecidos casi 20 céntimos en una semana, pero nadie quiere pasar de esa barrera de los dos euros por litro en la que ya estuvimos en primavera y verano".
"Se están conteniendo los precios, pero esto no tiene demasiado recorrido y seguramente vamos a ver que suben", ha indicado Rabadán, que ha ofrecido una serie de claves e indicadores para explicar en qué casos pueden subir o bajar los precios de los combustibles: "En el momento en el que estamos actualmente, deberíamos fijarnos en casi todo". Para ello, pone un ejemplo: "Las elecciones legislativas de Estados Unidos, que son el 8 de noviembre, han afectado, y mucho, a cómo se está comportando el mercado mayorista del petróleo y de los combustibles refinados".
El empresario ha ahondado en esta idea: "Ahora mismo, la crisis que hay en todo el mundo está derivando en una crisis política: EEUU creía que tenía en Arabia Saudí un aliado y se ha demostrado que no lo tiene. Y hay que tener en cuenta que Arabia Saudí y Rusia han pactado exactamente la misma reducción: 526.000 barriles diarios. Y Washington dice que eso envía un mensaje político, y no económico, como debería enviar la (Organización de Países Exportadores de Petróleo)". Y ha añadido: "Se están produciendo movimientos y se está desplazando el eje de decisión mundial del Atlántico hacia el este, el índico-pacífico".
"El problema es que parece que EEUU y Europa no se han dado cuenta. Han enviado señales a los países productores y a la industria de que querían abandonar el gas y el petróleo, y los países productores, claro, velan por sus intereses. Y piensan: si van a dejar de usar sus servicios, tendrán que mirar por lo suyo y dar estabilidad al mercado petrolero; al alza, siempre". Pero ¿en qué casos podría darse entonces un acontecimiento que llevara a una bajada generalizada en los precios?
Rabadán pone otro ejemplo: "El dato de inflación de EEUU ha sido malo, aunque no tan malo como se esperaba. Eso ha hecho que el precio del petróleo no subiera tanto como los analistas decían que iba a subir. Si vamos a una recesión mundial con un desplome global de la demanda, el precio bajará. Si no se produce esa recesión, será una buena noticia porque la economía mundial gozará de buena salud, pero entonces el precio irremediablemente subirá".