Los preferentistas tenían que hacer ruido y a Encarnación se le ocurrió coger una azada y un hierro. Sin embargo, en una de las concentraciones que hacían en Pontevedra, la multaron por uso de objetos contundentes en la calle. “Me pusieron una multa por desobedecer y tocar con un hierro en la calle”, cuenta Encarnación.
A Domitila la multaron por saltarse un cordón policial, algo un tanto inconcluyente, ya que usa andador. La mujer cuenta que la multaron supuestamente por “saltar la valla y otra por escándalo público”. “El escándalo dicen que lo hice porque estaba tocando con una corneta para que nos pagaran”, añade.
Ella y once compañeros más han puesto recursos en los juzgados de Pontevedra para que les retiren las multas, como la de 100 euros a Fernando que está enfermo de cáncer. “Está claro que ni Domitila se salta un cordón policial, ni Encarnación utiliza objetos contundentes que pone en peligro a los ciudadanos y que Asensio no agredió a nadie”, denuncia uno de los afectados por las preferentes.
Mientras los preferentistas no tienen respuesta a los recursos presentados este viernes, no les queda más remedio que pagar las multas. A ellos ABANCA ya les ha devuelto su dinero pero siguen luchando para que no les cobren las multas por supuestos desórdenes públicos.
Así es su interior
"Pone la piel de gallina": visitamos en Almería el búnker más grande de Europa, donde se refugiaron 40.000 personas durante la Guerra Civil
En la visita se pueden ver los distintos espacios del búnker, desde donde se refugiaban hasta la zona hospitalaria compuesta por la zona de curas, el botiquín y el quirófano, que ejercía a su vez de paritorio. Durante el recorrido, también se ve material quirúrgico de la época.