Bruselas ampliará el plazo de investigación abierto al Consell por haber manipulado, supuestamente, sus cuentas sanitarias para cuadrar los presupuestos. La Unión Europea tenía previsto centrarse en las facturas sanitarias que se metieron en el cajón los años previos al 2011 pero ahora la investigación sobre estas presuntas irregularidades se va a remontar hasta 1988.

Según el conseller de Hacienda se ocultaron en los cajones por culpa de la escasa  financiación estatal. Un posible maquillaje fiscal que en el año 1988 ascendería a casi 24 millones y medio de euros y en 2011, el último año de Francisco Camps en el Palau, la cifra se podrá haber disparado hasta los 3.500 millones de euros.

Aunque dicen que ya no se hace, sí se habría seguido ocultando. Un expediente que Bruselas abrió el mes pasado para aclarar el envío sistemático de información incorrecta durante años por parte de la Generalitat Valenciana. En aquel momento el Consell envió una respuesta por escrito a los grupos de la oposición donde justificaba  la ocultación de las cuentas alegando que habían informado al Ministerio de Hacienda aunque no había un informe expreso emitido por la intervención general tal y como obliga la ley.

Si se confirma que se manipularon las cuentas estas facturas tendrán que sumarse a los más de 35.000 millones de deuda que ha reconocido el Consell, en total 38.500 millones de euros. Y la cosa no queda ahí porque a esto hay que añadir una posible multa a nuestro país que podría rozar los 2.000 millones y que el Gobierno podría derivar a la Comunidad Valenciana.