Treinta artistas ourensanos han cedido sus obras para evitar un derribo de una casa que según dicen, no hace daño a nadie. Hace 23 años, el Ayuntamiento dio licencia para construir una casa que se adaptar al paisaje. Sin embargo, en 2003 el Consistorio legalizó el inmueble en el plan general. Pero El Tribunal superior de Justicia lo anuló por otras cuestiones y volvió a ser ilegal.
Los dueños creen que se trata de una venganza política por participar en movimientos vecinales. Muchas otras casas de Ourense, dicen, incumplen las normas y no las tiran.
El vecino denunciante no ha querido dar su versión, tampoco el Ayuntamiento. Mientras, las horas caen amenazantes sobre el hogar. A esta exposición-manifestación se unen pintores, escultores, el Colegio de Arquitectos y el arquitecto que la diseñó.