La Dirección General de Costas, dependiente de Medio Ambiente, ha emitido un informe en el que desaconseja ejecutar los sondeos sísmicos en el Mediterráneo. Mazazo al plan para buscar hidrocarburos frente a las costas de Valencia e Ibiza.

Según el informe de la Dirección General de Costas: "Se considera que este proyecto no es compatible con los objetivos establecidos en la legislación de protección de la biodiversidad". Y va más allá. Sostiene que esta exploración a 50 kilómetros de Valencia e Ibiza sería devastadora para la faura marina puesto que se trata de una zona muy rica con espacios y especies protegidos.

El director de Greenpeace, Mario Rodriguez, ha declarado: "Se produce un daño directo a los sistemas auditivos, literalmente les revientan los oídos, lo cual produce la desorentación o el varamiento y en el peor de los casos que no puedan obtener la alimentación que necesitan para sobrevivir. Con lo que es un impacto directo".

Estos sondeos son distintos a los de Canarias. Aquí no se perfora el fondo marino. Un cañón de aire comprimido emite ondas acústicas desde un barco. Esos pulsos rebotan en el subsuelo marino y generan una señal que es recogida por unos hidrófonos. El objetivo es detectar si las estructuras geológicas contienen o no hidrocarburos.

Luis Suárez, presidente del Colegio de Geológos afirma que "Nos da una especie de ecografía del terreno, del fondo, y se ven si hay estructuras geológicas, llamadas trampas de petróleo. Donde está el petróleo acumulado o el gas".

Las asociaciones ecologistas aplauden el informe desfavorable de la Dirección General de Costas y esperan que Medio Ambiente tome nota.