El drama de los deshaucios ha vuelto al Congreso: Izquierda Plural apretando y Luis de Guindos, una vez más, buscando en su cartera la solución a todos los males. Para confirmar a renglón seguido, la extensión de la moratoria anti-deshaucios.

Sí, según el Consejo General del poder Judicial algo más de 20.000 familias se han beneficiado de alguna medida de protección pero hay 350.000 que han perdido sus casas desde el comienzo de la crisis en 2008.

Hasta el gobernador del Banco de España, ha hecho un primer guiño a una ley de Segunda oportunidad: "Hay que estudiarlo". La ley permitirá reducir o eliminar las deudas a quien ya no tenga bienes embargables.

Un tema complejo, que puede dañar la estabilidad financiera de España, pero, hasta el mismísimo Banco de España admitía la necesidad de una Ley de Segunda Oportunidad. 

Dicho de otra manera, evitar que una familia quede lastrada de por vida por una deuda que quiere pero que no puede pagar en los términos que firmó. 

Casi todos los países europeos tienen leyes que protegen a los ciudadanos endeudados. Una ley, que si miramos a la Unión Europea, se aplica de una u otra manera, en todos los países miembros menos cuatro. España es uno de ello, los otros: Croacia, Bulgaria y Hungría. 

Esto se debe a que nuestro sistema procesal e hipotecario dificulta como pocos una solución viable para el endeudado, especialmente si eres una persona física. Las sociedades sí que tienen responsabilidad limitada y las deudas no arrastran el patrimonio de socios ni administradores si se cumple la ley y, detectada la insolvencia, liquidas, disuelves y entras en concurso de acreedores. 

Pero si pierde el trabajo y poco después su piso con hipoteca y una subasta pública no cubre el total de la deuda, ésta le perseguirá toda la vida, a pagar con bienes e incluso un salario futuro. Con lo que "están abocados a la economía sumergida", ha declarado un abogado sobre el tema.

Esas soluciones razonables podrían ser medidas de transición en los pagos, sistemas de refinanciación o reestructuración de la deuda, dación en pago o la condonación de la deuda. Cada país europeo tiene su Ley de Segunda Oportunidad más o menos desarrollada, excepto España y junto a otros tres países.