Ha necesitado siete años de reclamaciones y litigios en los juzgados para conseguir una ayuda que le deben por ley, y que todavía no ha cobrado. Noren es también víctima de la desigual aplicación de la ley de dependencia en las diferentes comunidades autónomas.

Tuvo que dejar de trabajar cuando su hijo sufrió una parálisis cerebral. Al pequeño Juan ya no le atienden en el centro de atención temprana y ella lleva desde 2009 reclamando a la Generalitat Valenciana la ayuda de cuidadora.

En España, hay más de 190.000 personas a la espera de recibir la prestación por dependencia. La financiación pública ha caído en los dos últimos años y los dependientes cada vez sufren más el copago en medicamentos.