Ser padre de nuevo pero a los 70. "Ahora esto viviendo mi nueva etapa como padre y abuelo, todo junto". Cuando a los abuelos les llega el momento de disfrutar de la jubilación, vuelven a casa los hijos, los yernos, las nueras, los nietos, los bisznietos... vamos, toda la familia y todos a vivir de la pensión.
"Me ha tocado el gordo", dice María con su nieto en brazo. Una lotería es lo que le haría falta a más de un pensionista para poder hacer frente a tantos gastos. María cuida de sus nietos y desde entonces, el pasillo del supermercado que más visita es el de los pañales. "Comida, pañales, biberones... parece que no, pero es un gasto". Y siempre hay que tener la despensa llena por si vienen a comer en casa. "Cuando se presentan siempre tienes que tener reserva porque lo mismo te llaman y lo hacen a la hora de la comida".
En España la mayoría de los abuelos tiene dificultad para llegar a fin de mes por tener que mantener a toda la familia. Una tarea que se vuelve cada vez más difícil. Honorio y su mujer saben que con todos estos gastos llegar a fin de mes se vuelva cada vez más complicado. "Hay meses que dices les he ayudado con 250 o 300 euros, de ahí para arriba", explica Honorio. "Mi hijo está separado y tampoco tiene un trabajo fijo, le ayudo a él y al niño", añade su mujer.
Andalucía es la comunidad autónoma donde los pensionistas tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes. Abuelos, que se convierten en corredores de bolsa, pero de supermercado. "Un matrimonio de pensionistas al ser dos iban cada 15 días a hacer la compra al supermercado", dice Rafael Carrasco de CC OO. Esto cambia cuando tienen que mantener a sus nietos, a sus hijos o a sus familiares. Todo ello a pesar de que el bolsillo de nuestros mayores se ha recortado en los últimos años, pero sino fuera por ellos: "Adiós España querida", dice uno de ellos.