En 1938 se ponía en marcha la primera fábrica de Volkswagen a la que Hitler bautizó como "la fuerza a través de la alegría". Pero la alegría duró poco. Llegó la guerra y de la fábrica sólo quedaron ruinas.

Acabada la Segunda Guerra Mundial con una Alemania totalmente en la ruina, Volkswagen  se convirtió en el milagro económico. Fue la empresa que más creció en la posguerra.

El escarabajo era el coche de las masas en Europa. Un coche divertido pero sobre todo fiable, resistente y seguro. Su lema: Alta calidad a bajos precios.

Volkswagen no es sólo una empresa en Alemania, es una institución nacional. El símbolo de su economía de mercado. El motor que sacó adelante a Alemania después de la Segunda Guerra mundial. Más de 300 mil hogares están ligados a la empresa en el país.

"Va a seguir siendo un pilar muy importante", explica el Tanja Alemany, portavoz del ministerio de Economía alemán. Pero en el sentir de la sociedad alemana esto no está tan claro.

Pero ¿por qué este escándalo les hace tanto daño a los alemanes?. La periodista Sisi Bener, del diario alemán Bild, lo resume así: "En definitiva no se trata sólo de coches sino de la marca Alemania".