La fruta es un alimento imprescindible en nuestra dieta durante todo el año, pero más si cabe en verano, porque es fresca, nos aporta muchos nutrientes y contiene mucha agua que sirve para hidratarnos. Sin embargo, tiene un problema y es su envase.

Así lo explica el nutricionista Pablo Ojeda, que cuenta en Más Vale Tarde que a la hora de llevarnos fruta a la playa, a la piscina o a cualquier plan de verano tenemos que tener envases preparados para el sol y las altas temperaturas.

Da igual la fruta que sea pero tiene que ir en recipientes de cristal, porque no hay trasmisión como sí puede suceder con los táper de plástico.

Además, la fruta es mejor llevarla entera y cortarla al momento de comer,pues cuanto menor sea la superficie de exposición habrá menos posibilidades de contaminación.